Ensayo sobre el Argumento Ontológico de San Anselmo de Canterbury


   San Anselmo y el argumento Ontológico sobre la demostración de la existencia de Dios. Al respecto voy a empezar diciendo que San Anselmo (Filósofo, edad medieval, 1033-1109); a pesar de pertenecer a principios cristianos, sobresaltó o trascendió la concepción cristiana de Dios al hablar sobre la demostración de Dios. Otro elemento introductorio, «Anselmo introduce la “fe”, pero trasciende las creencias» (Sahagún, p. 142).


   El argumento Ontológico de San Anselmo se basa en establecer una correlación entre nuestras ideas y la realidad […] es decir, que lo que la mente piensa, está patente en la realidad. Asimismo, ocurre con la demostración de la existencia de Dios. En su obra “el proslogión”, afirma que Dios es algo más grande de lo cual nada puede ser pensando, por ejemplo, cuando un arquitecto concibe en su imaginación un gráfico de una casa, la tiene en su mente, también existe en la realidad.


   Ahora bien, después de estos elementos como parte de una propedéutica, voy a tratar de resaltar, analizar y explicar dicho argumento Ontológico.


   Dios es el ser mayor: Dios es algo más grande de lo cual nada puede ser pensado. Para esto es necesario partir desde la existencia. Las cosas no solo existen en la mente, sino en la realidad (Proslogión 1077-1078)  […]  San Anselmo busca demostrar de manera Ontológica la existencia de Dios e incluye los elementos subjetivos y objetivos. La idea de Dios está en la mente, es pensado y por lo tanto existe de manera concreta. Quizás ayudará a que podamos relacionar este elemento de la subjetiva y la objetiva con el enunciado de Descartes, en el cual dice que primero se debe pensar y luego existir (cogito ergo sum) (Sahagún, p. 147. El argumento Ontológico de San Anselmo).

   En resumen, San Anselmo logra enfatizar que la existencia de Dios tiene su base en la realidad. Por otro lado, filósofos como Leibniz y Descartes toman elementos de Anselmo y por otro lado Kant, Hume, descartan dicho argumento. También, cabe mencionar que este argumento Ontológico de la existencia de Dios es fruto de su obra “el Proslogión”, de gran importancia es mencionar, que las pruebas a posteriori de la existencia de Dios las encontramos en la obra “el Monologión” dichas pruebas son las siguientes: La bondad, la grandeza, la naturaleza y el ser.


Elaborado por: Edwin Manuel García Zeledón.


Ensayo de santo Tomas de Aquino sobre la demostración de la existencia de Dios

   En este ensayo empiezo afirmando lo siguiente como punto de partida: «Santo Tomás elige una dirección totalmente opuesta a la de San Anselmo en sus cinco vías de la existencia de Dios en las que tomará las experiencias, la realidad sensible como punto de partida de su argumento de la existencia de Dios»
(Trabajos cita Tema 6: “Seneca” Departamento de Filosofía. Historia de la filosofía 2do Bachillerato).

   Cabe mencionar, que la filosofía escolástica se encuentra en un dilema entre fe y razón, de que, si una es más importante que la otra, o ¿Cuál es la que puede ayudar a demostrar la existencia de Dios? Entonces, teniendo claro que la razón y la fe se complementan o en parte tienen algo en común y en particular, Santo Tomás se cuestionará, analizará y planteará la existencia de Dios, con fundamento racional.

   El documento del departamento de Filosofía dirá que «Tomas planteó dos cuestiones previas. A) ¿Es necesario demostrarla? B) ¿Es posible? A esto añado la siguiente pregunta, ¿Es necesario hoy actualmente preguntarse por la existencia de Dios? O ¿Es necesario demostrarla?

   Lo contrario a San Anselmo, es que su argumento es a posteriori. El documento del departamento dirá que «Aquí propuso cinco vías o procedimientos argumentativos, al constatar un hecho de experiencia» […] Aquino, incluye el elemento de la experiencia, es a partir de lo que hemos vivenciado es que podemos hablar. Por ejemplo, yo voy a hablar de la guerra; de sus causas y efectos, si ya he vivido la guerra, es decir, que es mayor el argumento sobre la guerra si la he vivido cara a cara. A partir de esto, es que Tomás habla en su argumento de manera a posteriori.

   Ahora, analicemos las cinco vías de la existencia de Dios. Dice el libro “historia del pensamiento filosófico y científico de Giovanni Antiseri” que el argumento es de índole metafísica […] aquí hay que recordar que Santo Tomás cristianiza el pensamiento de Aristóteles, de hecho, él habla en una de sus obras sobre el ser, “ente y esencia”. Otro elemento a considerar previo a argumentar las cinco vías quisiera hacer mención de la teoría de las cuatro causas del ser, de las cuales habla Aristóteles, (causa formal, material, eficiente y causa final) hago mención de ellas para lograr enlazar la idea de Tomás con la de Aristóteles.

   La primera vía es la del movimiento, Tomás inicia diciendo que en este mundo hay seres que se mueven, pero ¿Quién los mueve? Debe haber una causa incausada que mueva a los seres, de ahí que hablará de un motor inmóvil que es Dios, ya Aristóteles había afirmado que hay un motor inmóvil. Dirá Giovanni Antiseri que en esta primer vía parte del cambio. Todo lo que cambia está movido por otro (p. 488).

   En la segunda vía, según Antiseri, parte de la naturaleza de la causa eficiente. La causalidad eficiente, esa causa eficiente es Dios. Es decir, que en la realidad los seres existen gracias a una causa eficiente, que es incausada. A esto agrego lo que dice Giovanni Antiseri: «El argumento se basa en dos elementos: por una parte, todas las causas eficientes causadas por otras causas eficientes, por la otra, la causa eficiente incausada que es causa de todas las cosas.

   En la tercera vía, de la “contingencia”. «En la naturaleza hallamos cosas que son posibles de que sean y que no sean (…) y, por consiguiente, tanto les es posible ser como no ser». (Historia del pensamiento filosófico y científico, pág. 490). Nos encontramos ante la existencia de un ente que posee en si mismo la propia necesidad y que porque es necesario, las demás cosas existen de manera contingente, es decir, que cómo podrían existir, también no podrían existir. Además, si existen seres contingentes, debe haber por naturaleza un ser necesario, que no deje de existir.

   Ahora bien, en la cuarta vía se habla de los grados de perfección, (bondad, belleza, mansedumbre, justicia…) pensamos que existen las cosas concretas, pero alguien las hizo, alguien más grande y perfecto, alguien que es infinito entre las cosas, entre los entes. «Entre los entes, hay entes más buenos y menos buenos, más y menos verdaderos, nobles y así sucesivamente. (Giovanni, 2017)

   Y por último, tenemos la quinta vía: Vía de la finalidad. Aristóteles nos dice que dentro de las cuatro causas del ser está la de la finalidad, el ser tiene materia, forma, de ahí el hilemorfismo, también, es eficiente (capacidades innatas, por ejemplo, el ser humano es eficiente de manera biológica ya que se reproduce) y por lo tanto tiene una finalidad y es ser feliz con (realizarse en el aquí y ahora). Esto lo hace por la inteligencia. Dirá Antiseri: «Existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales hasta su propio fin: A este ser nosotros lo llamamos Dios». Pág. 491. Entonces de ahí se concluye que, al existir un ser inteligente, los demás seres son dirigidos a un fin.

Elaborado por: Edwin Manuel García Zeledón.

Comentarios

  1. Comentario sobre el "argumento ontológico de San alselmo"

    El ensayo presenta una buena estructura, utilizando diversos autores para fundamentar las ideas expresadas, no obstante, cabe corregir que en el ejemplo dado en el segundo párrafo del ensayo, no aplica para el argumento ontológico puesto que el argumento ontológico (apriori) de San Anselmo solo aplica para el ser mayor, porque si se piensa en un gráfico de una casa, se puede pensar en otro, y por ende, no sería el ser mayor.

    Por tanto, a mi parecer la nota sería: 4/5

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