Ensayo sobre las cinco vías de Santo Tomas de Aquino.

 

Las cinco vías de santo Tomas de Aquino.

Santo Tomas de Aquino nace en 1225 en Rocaseca (Italia) hijo de familia noble; estudio filosofía y teología en Paris. Se le considera la mayor figura de la teología sistemática. Sus padres Landolfo descendientes del Condes Aquino y Teodora hija de los Condes de Taete y Chieti. En 1243 ingresa a la orden mendicante de los Dominicos. Fue discípulo de San Alberto Magno en Colonia de 1248-1252, quien le enseño la filosofía de Aristóteles que posteriormente santo Tomas de Aquino le imprimirá un carácter teológico.


En este contexto medieval se da una lucha fuerte entre la fe y la razón, en base a esto se desarrolla la filosofía medieval. Santo Tomas no se queda atrás y va platear su pensamiento al respecto y dirá; la relación entre fe y razón son dos fuentes diferentes pero armónicas a la vez, del conocimiento humano. “filosophie ancile teologie”. La filosofía es la esclava de la teología.


La teología era considerada en ese tiempo como lo mas sublime, porque trataba del estudio de lo más sublime que en este caso es Dios. Fundándose en los principios universales para demostrar a través de este estudio la existencia de Dios, el principio de la fe y la razón. La fe como una norma que manifiesta que la existencia de Dios esta intrínsecamente en el hombre, fe que fue y doctrina revelada por el divino espíritu y la razón ofrece armas teóricas, para la misma búsqueda de Dios, en la suma teológica escrita por Santo Tomas de Aquino, uno de los escritos más importantes manifestara la existencia de Dios a través de cinco vías que estaré reflejando continuación en el presente ensayo, aclarando que en estas cinco vías se encuentra la unión de los dos principios universales, la fe y la razón.

 

La primera vía nos presenta que por los sentidos podemos percibir que hay seres en este mundo que se mueven. Pero todo lo que se mueve es movido por otro y como una serie infinita de causas es imposible, hemos de admitir la existencia de un primer motor no movido por otro, inmóvil.  Y ese primer motor inmóvil es Dios. (suma teológica 1261-1263).

 

En esta primera vía Santo Tomás nos desea demostrar con un argumento concreto la existencia de Dios, para ello utiliza ejemplos categóricos como es el de “mostrarnos” y “demostrarnos” que existe el movimiento en el mundo.

 

Vemos que los objetos se mueven y lo podemos constatar a simple vista con nuestros sentidos. Estos objetos aclaran para ser movidos deben estar en potencia (de ser movidos), surge así la probabilidad de pensar que “algo”, “alguien” posibilitó este movimiento entonces hay algo que debe dar movimiento, alguien que esté en “acto”. Afirmando con esto que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto.

 

Entonces todo lo que se mueve es movido por “otro”. Santo Tomás lo denomina como un motor que es movido por otro y así sucesivamente pero que esto no se puede dar infinitamente porque así no habría un primer motor siendo por tanto que no habría motor alguno pues los motores intermedios que mueven no lo hacen más que en virtud del movimiento que reciben del primero (siguen una secuencia), sería imposible lograr esto careciendo de un “primer motor” que no sea movido por nadie, éste vendría a ser el que todos entendemos que es Dios.

 

En la segunda vía santo Tomas habla de la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa de sí mismas, ya que para ello tendrían que, a ver existido antes de existir, lo cual es imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas eficientes, por lo que tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa causa incausada es Dios. (suma teológica 1261-1263).

 

Esta segunda vía es llamada también prueba por la causación o por las causas eficientes del ser. El punto de partida de esta vía es el hecho de la causación: Existen cosas que dependen de causas eficientes actuales, tanto en su ser sustancial como en sus modos de ser accidentales.

 

Para poder aplicar el razonamiento expuesto es necesario, el principio metafísico de causalidad: Todo lo que no existe por sí mismo existe por otro (su causa). Es imposible que una cosa sea la causa eficiente de sí misma. Se puede demostrar que el ser causado es contingente.

 

El razonamiento seguido por Santo Tomás es la causa del ser causado, puede ser incausada o causada. Si es causada, entonces es causada por otro ser que puede ser a su vez incausado o causado. Pero es imposible remontarse al infinito en la sucesión de causas eficaces actualmente subordinadas, porque en una sucesión infinita todas las causas recibirían y transmitirían el ser, pero ninguna de ellas (ni el conjunto formado por todas ellas) podría explicarlo. Por consiguiente, debe existir una causa primera incausada. Este ser, que es el Ser por sí, es llamado Dios.

 

En la serie de causas eficientes no podemos remontarnos hasta el infinito, porque entonces no habría una causa primera y, por consiguiente, tampoco una causa última ni causas intermedias, por lo tanto, debe de haber una causa eficiente primera, que es Dios.”

 

Las cosas de nuestro mundo son entes causados. Son contingentes porque son necesitados de una causa. Por ello el Ser absoluto que los hace posibles es la Causa primera, el fundamento incausado de todo lo relativo.

 

Dios obra en el presente sobre todas las sucesiones de causas para conservar el ser de los efectos. Se sirve de causas segundas y les da una actividad propia, pero sólo Él es la causa principal de la existencia. La causa primera es trascendente y su actividad es de orden metafísico.

 

En la tercera vía santo Tomas sostendrá que; hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no son necesarios. Si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero existiría ninguno, pero existen por lo que deben tener su causa, pues, es un primer ser necesario ya que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y ese ser necesario es Dios. (suma teológica 1261-1263)

 

Las cosas naturales pueden existir o dejar de existir, seres que producen y otros que se destruyen es por ello que es imposible que los seres hayan existido siempre ya que lo que lo que tienen la posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue, debido a que hubo un tiempo en que ninguno existía, y empezó a existir en virtud de lo que ya existe y que no tiene su razón de ser (necesidad) en sí mismos y no en otro es decir fuera de si la causa de su necesidad el cual todos llaman Dios.

 

Además nos dice que la experiencia nos muestra que las cosas puede existir o no existir, hubo un tiempo en que nada existió es por ello que si existen cosas tiene que existir un ser necesario, pero este ser necesario no puede tener su existencia a partir de otro ser ya que si no podría ser propiamente dicho necesario es por ello que nos dice que debe ser absolutamente necesario, cauda de su existencia y no esté en otro sino en el mismo y que sea causa de la existencia de los demás y esté de Dios.

 

Nos dice también (Gilson 2009) que esta tercera vía encuentra una distinción entre lo posible y lo necesario dos premisas que se pueden ver como los fundamentos de la prueba.

 

La primera es que lo posible es contingente, es decir que puede ser o no ser; por el cual se opone a lo necesario. La segunda es, que lo posible no tiene su existencia por sí mismo, es decir por su esencia y existencia entre las cosas creadas, sino por una causa eficiente que se la comunica. Por lo tanto, tiene que haber un “ente necesario” por sí mismo que dándose el caso sería Dios. Con esta prueba Tomás de Aquino demuestra la existencia de Dios deduciéndola a partir de lo posible y de lo necesario.

 

En la cuarta vía observamos distintos grados de perfección en los seres de perfección en los seres de este mundo (bondad, belleza) y ello implica la existencia de los modelos con respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios. (suma teológica 1261-1263).

 

Esta cuarta vía esta extraída del Libro II de la Metafísica Aristotélica, donde dice, que las cosas que poseen el grado supremo de verdad, poseen también el grado supremo del ser. Mostrando de esta manera que hay un grado supremo de verdad, el cual como concluye Santo Tomás es poseído por un ser máximo capaz de ser la causa y fundamento de todo lo existente, siendo este ser Dios.

 

Esta vía está basada en la observación empírica de los ordenamientos graduales; en que se ven sometidas las cosas y los seres, por los continuos juicios comparativos que se ejercen sobre ellos, tales como: “este es mejor que aquello” o “aquel es más bueno que este”, etc. Llevándonos a encontrar entre ellos entes más y menos buenos, más y menos verdaderos, nobles, etc. Dando como resultado diversos grados de perfección ante un ente máximo.

 

De modo que existe también algo, que posee los grados de perfección en sí mismo y es causa a la vez de ellos, es decir es máximamente verdadero, bueno, etc. Siendo por consiguiente el grado máximo el cual llama ente o ser supremo según Santo Tomás y lo que Aristóteles llamaba verdad máxima o máxima entidad.

 

En la quinta vía de la demostración de Dios, observamos que los seres inorgánicos actúan con un fin, pero al carecer de conocimiento e inteligencia solo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser inteligente.  Luego debe hacer un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su fin, y ese ser inteligente es Dios. (suma teológica 1261-1263)

 

La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Santo Tomás expone esta vía partiendo de lo sensible, de lo que podemos percibir y señala que existen cosas que carecen de conocimiento, y sin embargo operan como si la poseyeran porque sus operaciones se dirigen hacia un fin y esto se demuestra por el hecho de que actúan siempre o en la mayoría de las veces del mismo modo, para obtener un resultado. De todo ello se deduce que estos seres no actúan por azar sino de manera intencionada

 

Es imposible que cosas contrarias o dispares concuerden y se concilien en un mismo orden, ya sea siempre o muy a menudo, si no existe un ser que las gobierne y haga que todas juntas y cada una de ellas se dirija hacia un fin determinado. Debe, pues existir un ser por cuya providencia el mundo sea gobernado, y es el que llamamos Dios.

A manera de analogía, la misma conclusión se podría dar a partir de los actos humanos, que son dirigidos por nosotros y que tienden hacia un objetivo, hacia un fin por nuestra propia libertad.

 

Elaborado por: Eddy Alexander Escoto Arauz.

 

 

Biografías

https://hjg.com.ar/sumat/a/c20.html

suma teológica (1261-1263)

Apuntes filosóficos 2009

Goño, C. (2010). Breve Historia de la Filosofía. Madrid, España: Juan Manuel Burgos.

Manser, G. (1947) La esencia del Tomismo. 2 edición alamana. Madrid.

Comentarios

  1. Después de haber leído detenidamente el ensayo del estudiante Eddy Alexander Escoto, con respecto a las cinco vías de Santo Tomás de Aquino, puedo decir que está completo, tiene bases fundamentales y buena redacción, lo puedo calificar con 5 puntos.

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  2. 4/5. Muy buena exposición de las 5 vías de Santo Tomás de Aquino. Sólo sugiero resaltar la tipología de las vías en este sentido, pruebas a posteriori, además de explicitar el nombre que reciben cada una de ellas por razones pedagógicas, así como también una conclusión más consensuada.

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