Ensayo sobre el argumento Ontológico de San Anselmo.
En
el presente ensayo se manifestará el pensamiento desde el contexto, para
enriquecer más el conocimiento también tendrá lugar algunas interpretaciones
que se han venido dando a través de la historia.
San
Anselmo desarrolló varios argumentos para probar la existencia de Dios. El
argumento más conocido se denomina “argumento ontológico” llamado
así en el siglo XVIII por Kant. Con este argumento San Anselmo pretende dotar
al creyente de una razón sólida que le confirme indudablemente en su fe.
El argumento de San Anselmo podría
esquematizarse en tres pasos: el primero, el punto de partida, es la idea del
Dios cristiano que hasta el ateo tiene. Esto es, un ser omniperfecto mayor que
el cual nada puede pensarse. El segundo paso consiste en distinguir entre la
existencia mental y la existencia real y sostener que este ente sería mayor si
existiera en la mente y en la realidad que si existiera sólo en la mente. Por
último, el argumento concluye con una reducción al absurdo: si el ente mayor
que el cual nada puede pensarse existiera sólo en la mente, entonces podría
pensarse algo mayor que aquello mayor que lo cual nada puede pensarse.
Es una
prueba para demostrar la existencia de Dios, a partir de la idea de Dios, san
Anselmo unos de los primeros filósofos interesado en querer demostrar la
existencia de Dios proponen dicho argumento. Este argumento es una prueba a priori,
ya que parte de un concepto ya dado, es decir san Anselmo asume la existencia
de Dios de manera innata en el hombre. “Todos
los hombres (incluido el ignorante que dice que Dios no existe) tienen la idea
o noción de Dios, y entienden por Dios aquel ser tal que es imposible pensar
otro mayor; ahora bien, un ser así tiene que existir, no sólo en el pensamiento
sino también en la realidad, puesto que de lo contrario sería posible pensar
otro mayor que él y que existiera realmente. Por lo tanto, Dios no sólo existe
en el pensamiento sino también en la realidad." San Anselmo se vale del
principio de no contradicción para sustentar su pensamiento filosófico sobre la
existencia de Dios. (Apuntes filosóficos 2003).
Podemos
citar un pequeño ejemplo con respecto a lo antes mencionado; cuando un pintor
concibe un cuadro en su imaginación, lo tiene ya en su mente, pero sabe que aún
no existe fuera de ella, esto es en la realidad. Pero una vez que lo ha
pintado, sabe que no solo existe en la mente, sino también en la realidad.
Sería erróneo
decir que Dios solo está en la mente, sino que debe existir fuera de ella, si
solo en la mente existiera, no sería lo que se supone ser, esto es lo más
grande que puede pensarse. Por lo tanto, es indudable que exista tanto en la
mente como en la realidad.
Dios
debe existir en la realidad por dos razones muy importantes, la primera porque
es imposible pensar lo relativo sin pensar en lo absoluto, de tal modo que en
todo pensar autentico se piensa en lo absoluto y lo otro es que hay un
paralelismo entre pensar y ser. De modo que lo que se piensa como relativo y
contingente existe relativa y contingentemente y lo que se piensa como absoluto
y necesario existe absoluta y necesariamente.
Este
argumento tiene pruebas a priori y pruebas a posteriori. Entre las pruebas a
priori podemos señalar. En primer lugar, que Dios es un ser supremo que no
tiene nada mayor en sí mismo, en segundo lugar, si el insensato piensa que Dios
no existe, quiere decir que su existencia esta en el intelecto, en tercer lugar,
el principio lógico de no contradicción, si se acepta que Dios es el ser de lo
cual nada más grande puede ser pensado, entonces seria contradictorio no
admitir su existencia real.
Las
pruebas a posteriori son cuatro la bondad, la grandeza, el ser y la perfección;
la bondad: cada uno tiende a adueñarse de las cosas que se juzgan como buena.
La bondad, solo puede ser una, por lo tanto, si las cosas son buenas existe la
bondad absoluta.
La
idea de la grandeza, no es espacial sino cualitativa. La diversidad de tal
grandeza exige una grandeza suprema, todas las demás son participaciones
graduales.
La
tercera prueba surge del mismo ser “todo lo que es, existe en virtud de algo o
en virtud de nada. Puesto que existe algo, existe ese ser supremo.
La
ultima prueba a posteriori se trata de la constatación de los grados supremos
de perfección, que se basa en la jerarquía de los seres y exige que haya una
perfección primera absoluta.
Unos
siglos más tardes Duns Escoto
(1265-1308) retomó el argumento de San Anselmo en las Cuestiones sobre las
Sentencias (más conocidas como Opus oxoniense) en donde, según él,
“reforzó” el razonamiento al poner de relieve la importancia de la pensabilidad
del concepto de Dios, es decir, su posibilidad.
Si el concepto de algo es contradictorio, no es
pensable. Pero el concepto de Dios es pensable, ya que, hasta el ateo, quien
niega que Dios existe en la realidad, lo acoge en su entendimiento. Por lo
tanto, si el concepto de Dios es pensable y no contradictorio, es posible. Pero
en el caso de Dios, y solamente en este caso, la posibilidad de su existencia
implica la necesidad de su existencia. Porque un ser infinito no puede ser
solamente posible. Por lo tanto, si es posible que exista, entonces existe necesariamente.
En conclusión, dado que es posible porque es pensable, Dios existe
necesariamente (Duns Scoto 1960).
El
argumento se desarrolla, pues, a partir de una definición de Dios que, a juicio
de San Anselmo, puede ser comprendida y aceptada por cualquiera. En un segundo
momento se centra en el análisis de esa misma idea y en sus implicaciones,
recalcando el absurdo que resultaría de concebir mentalmente un ser perfecto y
negarle la mayor perfección: la existencia. Concluye afirmado la existencia
necesaria de Dios como una exigencia de la razón para evitar tal absurdo. Todo
el desarrollo del argumento transcurre en el ámbito del pensamiento,
progresando de la simple idea a la necesidad de admitir la existencia de Dios,
sin apelar a otra instancia que a la razón y a uno de sus principios
fundamentales: el de no admitir la contradicción.
Elaborado por: Eddy Alexander Escoto Arauz.
Biografías.
· Dios horizonte del hombre por san Juan Sahagun Lucas (Madrid 1994).
·
(Duns
Scoto 1960).
·
https://www.youtube.com/watch?v=gUOnZwL0AA4
·
https://prezi.com/y2gfhkwh2yrj/san-anselmo-de-canterbury/
4/5 una excelente exposición sobre el argumento de San Anselmo de Canterbury. Al respecto sólo faltó explicitar en argumento literalmente.
ResponderBorrar“Todos los hombres (incluido el ignorante que dice que Dios no existe) tienen la idea o noción de Dios, y entienden por Dios aquel ser tal que es imposible pensar otro mayor; ahora bien, un ser así tiene que existir, no sólo en el pensamiento sino también en la realidad, puesto que de lo contrario sería posible pensar otro mayor que él y que existiera realmente. Por lo tanto, Dios no sólo existe en el pensamiento sino también en la realidad." San Anselmo se vale del principio de no contradicción para sustentar su pensamiento filosófico sobre la existencia de Dios". Aquí esta la esencia del argumento mi buen amigo, le invito hacer una nueva lectura, lamento no a ver llenado sus expectativas.
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